Klangkuenstler

A veces en las artes, pero sin duda en la vida y especialmente en la artesanía del sonido, el ojo y el oído son socios inseparables. Hablando del joven y talentoso KlangKuenstler, hay que añadir otro órgano de percepción: el corazón. La música sin emoción es inútil. La música debe preservar nuestros sentimientos, hacer cosquillas a nuestras endorfinas y, en el mejor de los casos, ser una alegre evasión de la agitada vida cotidiana. ¡Bienvenidos al mundo de KlangKuenstler!

En 2012, Michael Korb, de 23 años, eligió el camino de la soledad bávara al centro del bullicio cuando se mudó a la capital de Alemania: ¡la llamada de Berlín! Pocos años antes había tenido su primer contacto con la música electrónica. Su entusiasmo se activó con su primera experiencia en un club de Múnich, que fue como una revelación: música a todo volumen, gente bailando, luces de colores y caras sonrientes por todas partes. A los 18 años, su pasión empieza a profesionalizarse. El KlangKuenstler empieza a rebuscar discos y busca música nueva e inspiradora. No, no le entusiasmaba el material común de las listas de éxitos; buscaba melodías frescas y un hogar para sus primeras producciones. En 2011, fundó el sello «Zuckerton Records» para publicar su música y dar a otros artistas con un estilo único una plataforma para su música.

Su música es cálida, melosa y suave; encarna una alegría que se puede describir como la combinación perfecta entre romanticismo y hedonismo. Sus primeras producciones indican que KlangKuenstler es un soñador reflexivo: su tema «Freudenstraene» fue un gran hito en su joven carrera y, con dos millones de reproducciones en Youtube, todo un éxito.

Se dice que la naturaleza da al hombre sus habilidades, y la felicidad las pone en práctica. Hablando del KlangKuenstler, hay que añadir su casi impresionante talento. Con lanzamientos en sellos como «Great Stuff» o «Stil Vor Talent», ha creado un estilo inimitable y una voz propia, que hace honor a su alter ego: su deep y tech house no sólo está enamorado de las melodías, sino que se produce con pasión. Piense en un caleidoscopio que capta una variedad de colores diferentes. Ya sea jazz, soul, funk o su gran pasión por las patéticas cuerdas sensuales, de varios mosaicos crea una obra de arte total que simplemente rocía una vibración positiva.