Pyramid se ha convertido por méritos propios en algo más que una simple fiesta, es un acontecimiento musical al que los amantes más apasionados de la música electrónica quieren asistir. Pyramid ha dejado de ser un nombre más en Ibiza para transformarse en una marca que transmite una serie de valores alejados del convencionalismo de nuestros días. Con este caldo de cultivo, con esta energía positiva flotando en el ambiente, con el buen sabor de boca que nos dejó la Special Party del mes de abril, llegamos a su opening party con el hype por todo lo alto.
Si algo tiene Pyramid es su capacidad de evolucionar en cada temporada, su capacidad de mejora en todos los aspectos que conforman un evento de estas características. El pasado domingo fuimos testigos de ello, nada más entrar por las puertas de Amnesia nos encontramos una producción y una puesta en escena superior a la de la temporada pasada. Y sobre todo nos encontramos a un montón de gente con unas ganas locas por exprimir la experiencia musical que estaba a punto de comenzar.
La Main Room es el refugio perfecto para aquellos que buscan los sonidos más potentes, para aquellos que buscan ser golpeados por la contundencia sonora. Y obtuvieron lo que buscaban desde el primer minuto. Luca Donzelli es un camaleón electrónico, capaz de adaptarse a cualquier circunstancia y escenario. Su set fue un claro ejemplo de esta cualidad, reconoció el contexto y nos regaló un carrusel rítmico perfecto para comenzar la noche. A continuación Andrés Campo volvió a demostrar su facilidad de empatizar con el público, su simpatía, su clarividencia para entender su profesión como una diversión que quiere compartir con la multitud. Deborah de Luca subió a la cabina y la temperatura se elevó. Su música se ha convertido en pocos años en una marca de garantía, una buena fusión de discos techno y ritmos minimalistas que no te dejan indiferente…, y su actuación fue exactamente eso, un repertorio de sonidos brillantemente enlazados con un carisma apabullante. Para terminar la velada en la Main Room quién mejor que Kobosil, con una sesión basada el techno funcional con profundidad y empuje, sin olvidarse de los sonidos melodiosos teñidos por esa oscuridad inconfundible.
En La Terraza las pinceladas musicales fueron menos intensas que en la sala colindante, pero sin renunciar a ese espíritu underground tan característico de Pyramid. Abrió el evento Nima Gorji, un danés infectado por la esencia de Ibiza, que demostró en su set que pese a llevar una carrera extensa a sus espaldas es capaz de sonar fresco y actual. Cuartero como siempre un 10, siempre que pincha en Pyramid no baja de esa puntación. Con actitud positiva y con esa impronta que solo los grandes poseen, logró conectar sin esfuerzo y desplegar todo el talento que atesora. Y para finalizar tres mosqueteros, un triunvirato surrealista, un tridente sonoro que nos sacó una sonrisa y nos hizo bailar hasta la última nota. Ricardo Villalobos, Raresh y Franco Cinelli dieron una master class de cómo cooperar en una cabina, de cómo crear sinergias, de cómo combinar tres conceptos diferentes y tres personalidades diferentes para que el resultado final sea una obra de arte.
Los que asistimos al Opening Party de Pyramid nos llevamos un montón de recuerdos y de momentos mágicos, pero sobre todo coincidimos en una reflexión…, si esto ha sido solo el comienzo, lo que nos queda para el resto de temporada va a ser ÉPICO!
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