Han pasado ya unos cuantos meses desde que nos despedimos de la temporada más excitante en la historia de Pyramid. Las ganas de volver a sentir la incomparable energía de este concepto se habían acumulado en nuestros cuerpos y no veíamos el día en el que poder reencontrarnos con una fiesta que sublima el espíritu electrónico. El pasado viernes 28 de abril las puertas de Amnesia se abrían de nuevo y una explosión de alegría hizo retumbar los cimientos del mítico templo clubbing desde el primer minuto.
El primer evento de la temporada pasada fue una incógnita después de todo lo ocurrido los dos años anteriores, pero los que asistimos a este Pyramid Special sabíamos perfectamente lo que nos íbamos encontrar, una fiesta en su plenitud, con un line up de ensueño y con una puesta en escena que solo Amnesia es capaz de ofrecer. Y no nos defraudaron, al contrario, una vez más superaron las expectativas.
En la Main Room, la sala que mejor expresa las nuevas tendencias techno volvió a ser un hervidero bullicioso, en el que se palpaba la electricidad y los ritmos más contundentes. Y nadie mejor para comenzar las hostilidades que Mathias Kaden, que nos regaló un set en el que demostró lo versátil de su propuesta, con mezclas regadas con referencias al funky, freaky, dashing, dub, slamming y enriquecidas por percusiones africanas y sudamericanas. Luca Donzelli, miembro de honor de Pyramid, volvió a demostrar su talento con esa capacidad innata de hipnotismo y con esa virtud de saber amoldarse sin aparente esfuerzo al contexto que le toca. Tras la experiencia del año pasado, estaba más que claro que Amelie Lens volvería a la cabina de Amnesia, y de nuevo triunfó con su sesión, una sesión que retaba a la pista de baile a no dejar de bailar ni un segundo. Y para darle un cierre épico, KlangKuenstler logró conectar con el público utilizando su sabiduría en la mesa de mezclas y su insultante dominio de las atmósferas electrónicas.
La Terraza se vistió con sus mejores galas para recibir a los miles de fanáticos que se agolparon en la legendaria sala. Para darles la bienvenida quién mejor que uno de los pocos artistas que conocen a la perfección los hilos que mueven la cultura clubbing en Ibiza. Caal demostró su solvencia y motivó a la multitud para mantener esa energía tan especial durante toda la noche. A continuación Layla Benítez conquistó los corazones de los clubbers con una mezcla ecléctica de deep house con percusión, armonías del mundo, sonidos soul, y ritmos enérgicos con matices oscuros y bases groove. Con el público totalmente entregado, Luciano y Arapu realizaron un b2b inolvidable, repleto de matices, de sensaciones, de sabores electrónicos sabrosos y sorprendentes, demostrando que su química es especial y difícilmente superable. El final de la noche llegó con la magia de un artista que lleva el ADN de Pyramid en cada poro de su piel, Cuartero demostró su amor y lo compartió con todos los presentes son una generosidad sin precedentes, llevando a cabo un set sin mácula con el que logró que miles de caras dichosas esbozaran una sonrisa de satisfacción totalmente sincera.
Pyramid ha regresado y lo ha hecho por todo lo alto, demostrando que es la propuesta más estimulante del momento y que no existe una fiesta que refleje la esencia electrónica de Ibiza con tanta honestidad. Esto acaba de empezar, es el principio de un viaje que sin ningún tipo de duda nos acercará a las puertas del cielo durante la temporada 2023. ¿En serio te lo vas a perder?
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